domingo, 16 de abril de 2017

Reseña: HISTOPÍA, de David Means.

Título: Histopía
Autor: David Means
Traducción: Jon Bilbao
Publica: Sexto Piso
Páginas: 368
Precio: 22,90 €

No sé mucho de historia, menos aún de guerras y batallas; pero si me preguntáis por un conflicto armado en el que los Estados Unidos de América hayan participado y que se pueda considerar un fracaso desde distintos puntos de vista, diría que la guerra de Vietnam. Aunque pasen los años, esta guerra aún está muy presente para muchos americanos. Y no es de extrañar: los que volvieron de ella, no solo lo hicieron con aires de derrota, sino cargando sobre sus espaldas con un tremendo estrés postraumático que, en aquellos tiempos (puede que tampoco ahora) no se sabía cómo tratar. Sobre esto y mucho más va precisamente Histopía, la novela de David Means de la que hoy os vengo a hablar.
Tras volver de Vietnam, el joven Eugene Allen se encerró en su cuarto y escribió Histopía, una novela en la que Kennedy no moría cuando lo hizo realmente, la guerra de Vietnam se prolongaba más allá de lo imaginable, los soldados retornados eran tratados con el fin de borrar todo rastro de trauma y el gobierno de los Estados Unidos contaba con la agencia llamada Psych Corps para capturar a todos los tratados que no respondían satisfactoriamente al proceso médico. En esta historia, los agentes de la Psych Corps Singleton y Wendy no solo romperían las reglas atreviéndose a mantener una relación amorosa, sino que experimentarían con drogas y sexo con el fin de averiguar qué le pasó al primero en Vietnam para, más tarde, ir en busca de Rake, un psicópata que no fue curado de sus traumas por las vías reglamentarias. Tras la escritura de esta brillante novela, su autor, Eugene Allen, se suicidaría, dejando un poso agridulce en todos los que lo conocieron. Pero, ¿por qué lo hizo en realidad? ¿Por Vietnam o por algo más?
Histopía es un libro complejo dividido en tres partes. En la primera de ellas, plagada de notas del editor, notas del fallecido autor y entrevistas a personas allegadas a este último, sabremos que Allen volvió de Vietnam lo suficientemente tocado como para escribir una novela genial y acto seguido, suicidarse.
Tras esta introducción, nos encontramos con el grueso de la obra: la propia Histopía, una historia en la que Kennedy no murió en el atentado de Dallas y se pasa la vida intentando que lo rematen, los soldados de Vietnam son tratados por un proceso por el que pierden todos sus recuerdos traumáticos y el gobierno vela por capturar a todos los que no consiguen curarse. En este contexto tan interesante conoceremos a Rake, un psicópata que, por algún motivo desconocido, secuestra a otra paciente de curación fallida: la joven Meg. Tras Rake deberán ir Singleton, un agente de la Psych Corps curado de sus traumas, y Wendy, la compañera de trabajo con la que entabla una relación prohibida por las normas. La trama nos desvelará no solo la forma adecuada para volver a recuperar los recuerdos dolorosos, sino también los extraños lazos que unen a tan pasionales personajes.
La tercera y última parte de este libro nos aporta nuevas entrevistas a personas que conocieron a Allen, pero también alguna que otra nota suya y un buen número de cartas de suicidio. Si bien la primera parte me ha resultado la menos relevante de todas, esta tercera me ha aportado mucha luz a la hora de entender el sentido de Histopía desde el punto de vista de Eugene Allen, su autor ficticio, y de la de David Means, su autor real. Sin ánimo de arruinar la sorpresa a todos aquellos que os animéis con este libro, diré que la decisión de suicidarse de Allen tuvo que ver con Vietnam, pero también con otras personas y otros hechos que, de alguna manera, este joven atormentado intentó plasmar en su gran obra
Histopía, obra Finalista del Man Booker Prize 2016, es, en definitiva, una original y reflexiva novela ucrónica que nos habla de las terribles consecuencias que las guerras tienen en los soldados, la imposibilidad de huir de los malos recuerdos y la necesidad que toda persona tiene de poder apoyarse en otra u otras con el fin de superar los traumas o, al menos, a la hora de sobrellevarlos lo mejor posible, entre otras muchas cosas. Así que, amigo lector, si te interesa la guerra de Vietnam, la buena literatura americana y los personajes psicológicamente complejos y atormentados, no lo pienses más: Histopía es tu libro. Aunque de algo he de advertirte antes de emprender la lectura: es imposible entrar en esta historia sin salir afectado, de una u otra forma. ¿Te atreves a comprobarlo?
Cristina Monteoliva