miércoles, 11 de mayo de 2016

Reseña: ESTA NOCHE MORIRÉ, de Fernando Marías.

Título: Esta noche moriré
Autor: Fernando Marías
Publica: Editorial Alrevés
Páginas: 160
Precio: 14 €

El rencor es un sentimiento minusvalorado. La gente que se jacta de tener siempre buenos sentimientos y pensamientos hacia el prójimo piensa que el rencor es algo efímero, algo que se cura con un poco de tiempo, como una pequeña quemadura o una gripe. Por el contrario, el rencor, sabemos muchos otros, puede arder dentro de alguien dolido durante toda una vida. En ocasiones, incluso, esa fuerza puede impulsar al que la posee a planificar grandes venganzas. Con la más grande de todas: así es como arranca Esta noche moriré, la novela de Fernando Marías de la que hoy quiero hablaros.
El policía Delmar recibe una manuscrito a manera de larguísima carta. La misiva, escrita por Corman, un delincuente al que Delmar mandara a la cárcel muchos años atrás, comienza explicando que el propio Corman se suicidaría dieciséis años antes de que el policía recibiera la carta. Tras tan impactante información, Delmar conocerá, de puño y letra de su enemigo, el motivo de su muerte, que no es otro que el vengarse de él. También conocerá el policía el porqué de todas las desgracias que le han pasado desde la muerte de Corman. El objetivo último de la carta no es otro que el conseguir que Delmar se suicide. ¿Lo conseguirá su autor?
“Me suicidé hace dieciséis años”. Con esta impactante afirmación arranca Esta noche moriré , la novela de Fernando Marías publicada hace veinte años por primera vez y que nos trae de vuelta la Editorial Alrevés, con el aliciente de incluir, tras el texto original, el interesante monólogo inspirado en la historia que han escribo QY Bazo y Fernando Marías. Un monólogo, además, que interpreta Fernando Marías sobre el escenario para dar mayor énfasis a sus explicaciones sobre las historias de la novela (tanto la trama en sí como el recorrido editorial de la misma), los puntos más curiosos que encontraremos en el libro y la inquietud que ciertos hechos relacionados con la novela le han producido a lo largo de los años.  
Pero volvamos a esa impactante frase inicial: “Me suicidé hace dieciséis años”. El autor de estas palabras es Corman, un delincuente al que el policía Delmar mandó a la cárcel hace años. Corman trabajaba para La Corporación, una organización criminal relacionada con el tráfico de obras de arte de gran valor. La Corporación sería lo suficientemente vieja y poderosa como para proporcionar los medios a Corman para vengarse de Delmar. Lo único que necesita nuestro narrador para llevar a cabo su plan es tiempo y paciencia.
Un hombre encarcelado tiene mucho tiempo para pensar. El plan que le presenta Corman a Delmar, sin embargo, es tan sumamente meticuloso y perverso que cuesta creer que un solo hombre haya sido capaz de imaginarlo y conseguir que sus secuaces lo pongan en marcha más allá de su propia muerte. El resultado de los planes de Corman lo conoceremos al final del libro. ¿Decidirá entonces Delmar suicidarse también?
Esta noche moriré es una novela corta que consta de dos tipos de narraciones. La primera de ellas, la larga carta, nos llegará de mano de Corman, el cruel delincuente. Cuando Delmar termine de leer la carta, nos encontraremos con un narrador omnisciente que nos desvelará hasta qué punto acertó con sus predicciones el cruel Corman, cómo acaba esta historia. Ambas narraciones, no obstante, son igualmente apasionadas, intensas e hipnóticas: imposible separarse del libro hasta conocer todos y cada uno de los malvados planes del hombre encarcelado que, para llevar a cabo sus planes, ha de suicidarse. Imposible tampoco quedar indiferente al conocer el final. Entonces, ¿por qué este libro se vendió tan poco la primera vez que se publicó, como nos cuenta el propio Fernando Marías en el monólogo anexo? ¿Y por qué la segunda edición tampoco encontró la fortuna en las librerías? ¿No será que en verdad algo parecido a La Corporación existe y no quiere que nosotros conozcamos sus más terribles secretos?
Esta noche moriré, en definitiva, es una novela corta bien cargada de contenido (también podríamos decir que es como un puzzle de mil piezas en tamaño miniatura donde todo encaja a la perfección) que combina a la perfección la narración epistolar con la de un narrador que todo lo sabe sobre los personajes. Sin duda, se trata esta de una pequeña joya de la literatura negra española que creo que a muchos nos gustaría ver también en la gran pantalla. Espero que, veinte años después de su primera publicación, esta novela sea colocada por los lectores en el puesto que se merece. O dicho de otra manera: como te guste la novela negra y no te hagas con un ejemplar de esta, ya te puedes ir preparando porque estoy dispuesta a mandarte a Corman a casa.
Cristina Monteoliva