viernes, 27 de diciembre de 2013

LA PRIMERA VEZ QUE NO TE QUIERO, de Lola López Mondéjar

Título: La primera vez que no te quiero
Autora: Lola López Mondéjar
Editorial: Siruela
Págs: 272
Precio: 18,95 € / 9,99 € (epub)

La transición española y la necesaria revolución que vino después a primeros de los ochenta en nuestro país, son épocas que dan para mucho, sobre todo cuando el que escribe las ha vivido y quiere (y, sobre todo, puede) contar historias que inviten no sólo a conocer estos años, sino también a reflexionar acerca de la ruptura de aquella generación con la anterior, la libertad que todo aquello nos trajo a las siguientes generaciones, los cambios sociales, etc. De todo esto y mucho más precisamente va La primera vez que no te quiero, la novela de Lola López Mondéjar que a continuación os comento.
La tía de Julia le confesó un día a su sobrina que su madre intentó ahogarla cuando sólo tenía dos meses de vida. Desde entonces, Julia se siente como si le faltara el oxígeno. Podría decirse que esta misma anoxia es la que vive toda su generación de chicos y chicas nacidos en el franquismo que llegan a la edad adulta durante la transición a la democracia; de estos jóvenes que ponen patas arriba la sociedad mientras descubren formas nuevas de vivir la vida. Pero no hablemos de todos ellos. Hablemos sólo de Julia, pues esta es su historia. Julia, la que tuvo un marido al que dejó por un señor oscuro que la introdujo en el mundo de las libertades sexuales. Julia, la estudiante de psicoanálisis. Julia, la que viaja por el mundo y por la vida, en general. Julia, la que analiza, reflexiona y comprende, finalmente, que la generación de sus padres era bien distinta a la suya y aunque son muchos los pasos adelante dados, todavía queda mucho por andar.
La primera vez que no te quiero es una novela singular por distintos motivos. El primero, por su enigmático título, que tanto nos dará que pensar antes, durante y después de la lectura. Al fin y al cabo, ¿a quién no quiere ya Julia? ¿A sus hombres, a sus padres, a sí misma…?
Después, porque está escrita como un capítulo único en el que se intercalan las narraciones de la infancia de Julia con la de su edad adulta, como si se tratara de un libro de relatos breves que se relacionan por el hilo conductor de la historia, llegando al final de la misma historia a cerrarse de forma perfecta el círculo narrativo.
La tercera, por la propia personalidad de su protagonista, Julia, una mujer que estudia psicoanálisis para analizarse a sí misma y a su entorno, y tal vez por fin aprender qué camino seguir para ser feliz; y por su forma de narrar, tan culta a la vez que tan inocente; tan llena de contradicciones; tan rica en matices. Tan auténtica, en definitiva.
Julia cree que le marcó el intento de ahogo por parte de su madre, cuando, en realidad, lo que marca su existencia es la indiferencia con la que la tratan unos padres que se casaron porque era lo correcto en la época; que tuvieron hijos porque había que ternerlos, pero que luego tanto les costó quererlos. Así, Julia crece entre unos padres que la miran, pero que no la ven; unos progenitores que la prestan a otros familiares para que sean felices a la primera de cambio, sin preocuparse por lo que siente o necesita de verdad su hija para ser feliz ella misma.
Más tarde, como descubriréis en esta obra, Julia tiene varias relaciones fallidas, sobre todo por su obsesión por idealizar a los hombres a los que ama. Sus decisiones parecen llevarla a la soledad, pero, ¿quién sabe si no llegará a obtener algo bueno de todos ellos al final?
Llama también la atención que Julia parezca no desprenderse del fantasma del pueblo, del estigma rural, de ese “yo nací en una familia humilde, en un lugar pequeño y nada culto, y no quiero ni pensarlo”, cuando en realidad todo queda muy atrás. Empieza a hacerlo justo en el momento en el que Julia comienza a estudiar en la universidad y viaja, aprende de la vida y cambia las reglas sociales. Me pregunto cuántas personas no sentirán también ese extraño pesar, en vez de sentirse orgullosas de sus orígenes menos pudientes, tanto económica como culturalmente, hoy en día.
Y dejo ya de contar, que si no, os acabo destripando toda la novela
Definitivamente, La primera vez que no te quiero, además de mostrarnos de la mano de un personaje tan entrañable como Julia cómo fueron los ochenta para toda una generación de jóvenes con ganas de cambiar las cosas, es una novela que invita a reflexionar en las diferencias generacionales, la evolución a pasos agigantados de la sociedad española, las relaciones familiares y sentimentales y un sinfín de temas que conocerás sólo si te decides por su lectura. ¿Te atreves a dar el paso?
Cristina Monteoliva