martes, 5 de septiembre de 2017

Reseña: CONNERLAND, de Laura Fernández.

Título: Connerland
Autora: Laura Fernández
Publica: Literatura Random House
Páginas: 458
Precio: 20,90 € / 9,99 € (Epub)

¿Cuál es la clave del éxito literario? ¿Por qué algunos autores no lo alcanzan, ni siquiera después de haber publicado más de cien historias? Pero, ¿y si el éxito llegara demasiado tarde, justo cuando su autor no lo puede saborear? ¿Qué pensaría su fantasma, de vuelta al mundo de los vivos? Las respuestas a estas y a un montón casi infinito de preguntas disparatadas las encontrarás en Connerland, la novela de Laura Fernández de la que hoy os vengo a hablar.
Voss Van Conner ha escrito ciento diecisiete novelas antes de morir electrocutado por su querido secador de pelo. Sin embargo, no será hasta después de su muerte cuando su obra conozca el verdadero éxito. Todo esto lo descubrirá este escritor de ciencia ficción después de pasar por una sala de espera enigmática y volver como fantasma a su ciudad, Bromma. Siempre pegado a su nueva representante en el mundo de los vivos, Miranda Sherikov, la azafata que busca el amor en un programa de citas de la propia compañía aérea para la que trabaja, visitará a las personas que significaron algo para él (su mujer, su mejor amiga, etc) con el fin de descubrir qué le quedó pendiente en el mundo antes de emprender el viaje al otro lado.
Existe un universo paralelo al nuestro donde Dios se llama Denver, los ángeles son tipos barbudos que se disfrazan de mujer, las ciudades se llaman Bromma o Winona, los diseñadores de videojuegos poco exitosos se suicidan para que los únicos niños que jugaban con sus creaciones se conviertan en empresarios de éxito, las azafatas de vuelo se prestan a citarse con hombres gracias a un programa creado por la compañía aérea para la que trabajan y las ancianitas no dejan de recitar frases de novelas que leen convulsivamente. En este lugar tan peculiar tienen lugar las distintas subtramas que se generan a raíz de la muerte de un escritor de poca monta, un inventor de historias de ciencia ficción muy preocupado por su pelo que ha de volver al mundo de los vivos para solucionar temas pendientes. Pero eso no es todo: su muerte genera problemas entre sus familiares, amigos, editores e incluso personas que no le conocían cuando estaba vivo.
Voss Van Conner, el tipo alrededor del que gira la trama principal esta novela coral, es un escritor de ciencia ficción que ha escrito mucho y se le ha reconocido poco. Hasta el día de su muerte. Ese día, nuestro autor estaba secándose su adorado pelo cuando se electrocutó. Seguidamente, acabó en una sala de espera que confundiría con una nave espacial porque, al fin y al cabo, él siempre había querido ser secuestrado por los alienígenas. Mientras tanto, como decía, en el mundo de los vivos de pronto su obra adquiría relevancia, para sorpresa de su agente, su editora y, por supuesto, su mujer, Lana, que estaba a punto de dejarle antes de que el fatídico accidente que la dejara viuda se lo impidiera.
Voss Van Conner representa a todos esos escritores que persiguen el éxito sin lograrlo porque sus historias no consiguen llegar al público. En su caso, Van Conner escribe historias de ciencia ficción en las que los edificios se ponen a correr tras unos domingueros intergalácticos en una preciosa playa o los dinosaurios son oficinistas aburridos. Estos escritores, como nos descubre la novela, a menudo tienen club de fans de tres miembros que rivalizan con otros club de fans de tres miembros, amigos escritores que no dejan de decirles los fantásticos que son y otros, rivales, que los adoran en secreto, y, por supuesto, vendedores de juguetes que un día descubren que pueden convertirse en sus sucesores en el mundo de las letras. ¿Tenía algún tipo de talento en realidad Van Conner? ¿Era él consciente de ello? ¿Acaso importa, cuando la fama llama a tu puerta, incluso si ya estás muerto?
Connerland, en definitiva, es una novela de ciencia ficción postmoderna muy weird, pues sus múltiples tramas secundarias que confluyen en una única central, produce un divertido extrañamiento en el lector, además de una obra que invita a pensar en el éxito, el talento y las cosas que pudimos hacer y nunca hicimos. Desenfadada e inteligente, esta es una lectura ideal para todos aquellos que buscamos calidad literaria, una narración diferente (tanto desde el punto de vista de la forma como de la historia a leer) y grandes dosis de cómico frikismo. Ahora bien, ¿te atreverás tú también a adentrarte en este parque de atracciones literario?
Cristina Monteoliva