sábado, 5 de marzo de 2016

Reseña: LOS SUPERVIVIENTES, de Jimina Sabadú.

Título: Los supervivientes
Autora: Jimina Sabadú
Publica: Algaida
Páginas: 384
Precio: 20 € / 11,99 € (epub)

El colegio supone un pequeño ecosistema tanto para alumnos, profesores y padres. Un pequeño mundo dentro del mundo. A veces feliz, a veces cruel. Tanto, que algunos no ven la hora de salir de él. Aunque también puede darse el caso de que con la distancia de los años se borren los malos recuerdos y los buenos nos hagan querer volver al sitio donde estudiamos nuestros primeros libros. De lo bueno, de lo malo y lo peor del colegio: de todo eso y mucho más va Los Supervivientes, el libro de Jimina Sabadú ganador del XX Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla. Dejad que os cuente un poco más de este asunto.
         María Victoria es una entusiasta profesora que comienza a trabajar en el colegio Agustín de Foxá. Poco después de su incorporación, se conoce la gran noticia: el colegio ha sido puesto a la venta por los actuales propietarios y no se sabe qué pasará con los actuales profesores. Mientras profesores y padres se preocupan más por el futuro del colegio y por atraer a exestudiantes del centro con cierta fama que por el acoso que están sufriendo unos cuantos alumnos por parte de otros, unos antiguos alumnos comienzan a organizar lo que será su gran rencuentro después de muchos años sin verse. El fin de curso traerá algunas sorpresas, no todas ellas agradables.
         Como decía al principio de esta reseña, el colegio supone un ecosistema para todos los que giran entorno al mundo estudiantil. Los supervivientes es una novela coral en la que conoceremos las circunstancias, la forma de ser y sentir de todos y cada uno de los eslabones de la cadena trófica (sí, a veces parece que alguno va a comerse a otro) de tan singular universo.
         El Agustín de Foxá es un colegio con un claustro de profesores muy diverso, en tanto a edades e ideologías se refiere. María Victoria es la nueva profesora, una chica llena de ideas, una joven entusiasta. Sus ideas son compartidas por los profesores más jóvenes, pero no por los padres y los alumnos. Por si fuera poco, María Victoria comienza a relacionarse con un escritor antiguo alumno del colegio, un tipo que representa a todos esos escritores que vagan por el mundo con la etiqueta de eternamente novatos en el mundillo, esas grandes promesas que nunca despegan y echan la culpa a los demás de su poca fortuna en el mundo literario. La experiencia con este personaje, con los alumnos, padres y compañeros de trabajo, hará que María Victoria cambie de forma radical su visión del mundo.
         Por otro lado tenemos los alumnos del colegio, niños también muy distintos los unos de los otros. Algunos de ellos se dedican a acosar a sus compañeros. Los niños acosados intentan superar el bache como pueden. Los padres, por desgracia, no son de gran ayuda. (Las opiniones de algunos en las reuniones de la asociación de padres y madres de alumnos harán que muchos lectores se sientan horrorizados).  La resolución de algunos de los conflictos resultará tan inquietante como sorprendente.
         Los alumnos conflictivos, por desgracia, no solo la toman con los alumnos que consideran más débiles. A veces también la emprenden con los profesores que descubren más vulnerables. Profesores de métodos antiguos y a punto de jubilarse, en el caso de esta novela.
         Como decía también al principio de este texto, el tiempo pasa y nos hace creer que el pasado siempre fue bueno. Imagino que para sobrevivir, a veces, hemos de borrar de nuestra memoria los malos episodios. O tal vez no. El caso es que llegado cierto punto, parece ser que a todos nos da por querer hacer reuniones de antiguos alumnos del colegio o del instituto. La historia de la fiesta de los antiguos alumnos del Foixá me ha parecido un extracto de la vida real. El final de esta aventura, como tantas otras cosas en el libro, también os sorprenderá.
         La novela cuenta aún con más subtramas, casi tantas como personajes conoceréis si os decidís a leer esta obra. En esta reseña he querido destacar las que me han parecido más significativas (para otro lector puede que otras historias dentro de esta gran historia sean más destacables). Sea como sea, creo que lo importante es que sepáis que Los supervivientes, esta novela fresca, divertida, sorprendente e intrigante, es un libro que pone de manifiesto lo duro que puede ser el mundo estudiantil desde el punto de vista de alumnos, profesores, padres e incluso exalumnos. Que el colegio supone un primer gran obstáculo en la vida de muchas personas. Que la crueldad comienza desde bien temprano en algunas personas. Que la capacidad de adaptación a este intrincado ecosistema social es fundamental a la hora de sobrevivir. Y que si te decides a leer este libro, no solo te llevarás una muy grata sorpresa al descubrir su gran calidad literaria y la autenticidad del entramado de historias que lo componen, sino que también tu visión del mundo estudiantil cambiará de una u otra manera. ¿Te atreves a comprobarlo?
Cristina Monteoliva