domingo, 20 de diciembre de 2015

Reseña: INTERREGNO, de José Vicente Pascual.

Título: Interregeno
Autor: José Vicente Pascual
Publica: Ediciones B
Páginas: 792
Precio: 22,50 €

A la caída del Imperio Romano le siguió una época de oscuridad para sitios como la Península Ibérica. Años convulsos donde los distintos pueblos, tanto autóctonos como extranjeros, se disputaban el poder. Años épicos. Años casi de leyenda, tal y como nos viene a demostrar Interregno, la novela de José Vicente Pascual de la que enseguida os hablaré.
         Principios del siglo V d. C., vértice cántabro-astur-leonés. Berardo de Hogueras Altas convoca a sus vecinos del norte de la Península Ibérica para debatir un tema de suma importancia. Roma se debilita a marchas forzadas y los distintos pueblos vándalos asedian sus poblaciones. Se hace necesario crear un señorío fuerte para defender toda la zona. Uno de los asistentes a la reunión es Egidio, único superviviente de Uyos, localidad arrasada por los vándalos asdingos, el mismo que ha pasado de ladrón a acompañante del clérigo Castorio de Sanctus Pontanos recientemente. Egidio conocerá en Hogueras Altas a Irmina, la hija menor de Berardo, aquella que, a pesar de las ambiciones de su hermano Marcio y su madrastra Erena por crear el reino de Vadinia y hacer de Marcio su rey, está llamada a ser la nueva señora del lugar. Ninguno de los dos jóvenes puede sospechar que sus destinos quedarán unidos desde el momento en el que Berardo muere envenenado y que la batalla contra todos los que ambicionan el precioso oro de Hogueras Altas no acaba más que comenzar.
         Egidio de Hierro Quebrado es un ladrón que ve cómo de pronto su suerte cambia radicalmente tras su encuentro con el curioso Castorio de Sanctus Pontanos. En poco tiempo, el joven, más noble que pícaro, se convierte en jefe de ejércitos, héroe sin igual y mano derecha de Irmina de Hogueras Altas.
         Irmina de Hogueras Altas es la hija menor de Berardo. Un suceso traumático hizo que dejara de hablar cuando era pequeña. En cuanto conoce a Egidio, sin embargo, recupera el habla. Irmina es una mujer muy unida a las fuerzas de la naturaleza, a la magia de los elementos, a las voces de las sombras y los muertos. Ella representa la pureza de la infancia. Su papel será tan decisivo en esta historia como el de Egidio, aunque, ¿hasta qué punto?
         He querido destacar el papel de Egidio e Irmina, aunque no pueda decirse que sean los protagonistas absolutos de esta extensísima novela. La historia aquí narrada está plagada tanto de sucesos como de actores que los protagonizan: Berardo, el señor de Hogueras Altas; Erena, su segunda esposa, aliada del ambicioso Marcio, el hijo mayor de Berardo; Teodomira, la criada alcahueta; Teodora, la bruja fea de voz melosa; Hidulfo, el enamorado de Irmina más allá de la muerte; Alpida, la guapa guerrera que asusta a los hombres; Genebrando, el hombre diminuto que cuida celosamente del oro de Hogueras Altas, y su hermano mellizo el gigante Domenico, el guerrero guardián; Walburda, el general de los ejércitos de Berardo, secretamente enamorado de Erena… Y paro de contar, que igual no acabo nunca. Si queréis conocer a todo el conjunto, tendréis que leer Interregno.
         Este libro está lleno de cosas curiosas. Una de ellas es la voz narrativa. O, mejor dicho, las distintas voces narrativas. Durante las tres primeras partes, nos encontramos con un narrador que todo lo sabe y todo lo cuenta al más mínimo detalle. El epílogo, sin embargo, es narrado por un actor de esa misma parte de la novela, de tal forma que pareciera que esta parte de la obra en sí es el comienzo de un segundo libro.
         Y, por cierto, ¿habrá segunda parte para esta historia llena de subtramas, amoríos y batallas epiquísimas? Eso da a entender el final, con ese falso cierre y todas las incógnitas que quedan sin resolver.
         He dicho antes que esta historia está llena de subtramas. Setecientas noventa y dos páginas dan para mucho, desde luego. Pero no olvidemos que también hay una historia principal: la lucha por el oro de Hogueras Altas, por un lado, y la protección de la zona contra los vándalos, por otro. El contexto histórico no puede ser más interesante, con la retirada definitiva del Imperio Romano del mapa de la Historia y la llegada del catolicismo como religión imperante a la Península Ibérica. La tensión, en todos los sentidos, está asegurada.
         No puedo dar por terminada esta reseña sin apuntar que Interregno no puede clasificarse exactamente como novela histórica, puesto que sus páginas están plagadas de elementos fantásticos y legendarios. Yo diría, más bien, que se trata de una novela fantástica de aventuras y amor con una buena base histórica. Vosotros, cuando la leáis, tal vez penséis otra cosa. Pero, en fin, lo importante es que hagáis eso: que la leáis y os hagáis vuestra propia opinión.
         Interregno, en definitiva, es una muy elaborada obra de amor, odio, sangre, batallas, historia, fantasía y emoción que transporta a los lectores a una España de fábula donde casi cualquier cosa era posible. Una novela que los amantes de la aventura épica no deberíais dejar escapar.
Cristina Monteoliva