jueves, 2 de abril de 2015

ENTREVISTA: MARÍA ZARAGOZA




¿Cómo y cuándo supiste por primera vez de la Avenida de la Luz de Barcelona?
La primera vez que escuché hablar de la Avenida de la Luz fue en una canción de Loquillo. Al principio me pareció que no hablaba de un lugar real, pero más tarde vi el vídeo, que está rodado en ella, y quedé fascinada. Quise conocerla, pero era tarde.

No hay demasiada información en internet sobre el lugar. Tampoco creo que muchos autores hayan escrito sobre el tema. ¿Crees que es porque el sitio está maldito?
No creo que el sitio esté maldito en sí, pero me da la sensación de que es un lugar que alimenta más el tipo de fantasías que da lugar a historias orales. Yo misma pregunté mucho sobre el lugar y me di cuenta de que para algunos era un lugar de ensueño y para otros un lugar de pesadilla. Solía depender de en qué momento de la Avenida de la Luz la hubiesen conocido, pero para mí fue muy interesante escuchar cómo un mismo espacio puede reunir dos tipos de historias tan opuestas y creo que eso se refleja al final en el libro.

¿Cómo se te ocurrió escribir Avenida de la Luz?
A mí me fascinan las ruinas urbanas, la historia de los espacios, y no me importa a la hora de quedar impactada por ellos que sea un templo romano o una fábrica abandonada. Al principio de escuchar hablar de la Avenida de la Luz, como ya he dicho, quise visitarla. En mi imaginación era un espacio en desuso con una historia fascinante y tenía que ver cómo era. Para mi decepción descubrí que se había convertido en una tienda de cosméticos, un hall y una sala de exposiciones y que apenas quedaban las columnas y unas fotografías conmemorativas de lo que fue. Creo que hasta ese mismo momento no tenía claro que quisiera escribir sobre la Avenida de la Luz, pero el sentimiento que me causó no haberla podido conocer, me empujó de alguna manera a escribir sobre la Avenida de la Luz que nunca fue: su ampliación en Ciudad subterránea.

©María Zaragoza

¿Has escrito esta historia con brújula o con mapa?
Ha sido la primera vez que me he propuesto concienzudamente escribir con mapa una historia y ha sido interesante ver cómo del esquema original, del que no pensaba salirme, han quedado los huesos. Creo que hasta cuando se escribe con mapa, de vez en cuando, se usa la brújula.

¿Ha habido alguna parte de esta historia que te resultara especialmente difícil de escribir?
Sobre todo ha habido decisiones duras que he tenido que tomar para mantener la coherencia de la historia. En ciertas partes especialmente crueles me tenía que tomar mi tiempo y hacerlo con calma para no terminar actuando con el corazón en vez de con la cabeza.

¿Crees que es más complicado escribir terror - ciencia ficción que escribir otros géneros?
Creo que cada género tiene su dificultad y que cada autor tiene más facilidad para resolver según su método de trabajo, sus talentos personales o sus conocimientos. A veces incluso según gustos o afinidades.

¿Es complicado ser una autora de terror – ciencia ficción en España? (Recordemos que desde hace un tiempo está circulando en las redes la campaña #LeoAutoresEspañoles).
Creo que se ha extendido demasiado la idea de que en España somos mejores haciendo realismo y eso, aparte de no ser cierto, ha hecho bastante daño a lo fantástico en general durante mucho tiempo. Tengo la sensación de que está cambiando pero tampoco me hagas mucho caso, tiendo a ser bastante optimista. En cuanto al hecho de ser mujer, bueno, supongo que está todo resumido con decir que eso de que la igualdad está lograda y que estamos igual de consideradas es una de las peores mentiras de las que nos ha convencido.

©María Zaragoza

Volviendo a la historia en sí, ¿qué elementos suyos crees que pueden atraer más a los lectores?
Creo que, por un lado, el descubrimiento de la Avenida de la Luz puede resultar atractiva, al menos a mí me lo resultó tanto que terminé escribiendo este libro. Por otro, me gusta pensar que he invitado a los lectores a acompañar a los personajes en una aventura de exploración de un mundo nuevo. No es una isla desierta, ni una selva tropical, ni un océano inexplorado, ni van a descubrir vida en el centro de la tierra, pero es un mundo nuevo al que se accede a través de algo tan cotidiano como una galería comercial. Y que, como todos los mundos nuevos, puede estar lleno de cosas fascinantes y peligros terribles.

¿Has hecho alguna vez exploración urbana?
Como tal no, es decir, de la que tiene nombres y apellidos no. ¿Pero quién no se ha colado alguna vez en un sitio abandonado o con fama de maldito?

¿Crees en las premoniciones o eso es algo que lo dejas solo para la literatura?
Sí creo en ellas porque llevo toda la vida viendo cómo en mi familia se predicen con sorprendente facilidad cosas muy rocambolescas que acaban teniendo lugar. Y también que les resulta complicado explicar por qué han tenido esa intuición tan certera. Si me preguntas si creo que eso tiene una explicación paranormal, te diré que no. Me parece que, simplemente, tiene una explicación que no conocemos todavía y que es perfectamente científica y lógica.

¿Con qué personaje te sientes más identificada?
Aunque es verdad que en esta novela en concreto todos tienen bastante mío por unas razones o por otras, creo que Laura es la que más tiene de mí, aunque no sea totalmente yo. Sí identifico en mí esa pasión por lo que no se lleva, la desconfianza por lo gregario, el amor por los cines que ella tiene.

¿Crees en los amuletos? ¿Tienes alguno?
No creo que los amuletos den suerte. Pero sí creo en objetos que crean costumbres, que tienen significados emocionales, que llevas en ocasiones especiales o nunca te quitas. De esos tengo todos los que quieras.

¿Qué esperas que encuentren los lectores en Avenida de la Luz?
Yo siempre me sorprendo con las cosas que encuentran los lectores y es lo que más me gusta. Normalmente me gusta que me digan que les he mostrado algo que no conocían, que les he hecho pensar sobre alguna cuestión que no se les había ocurrido, y esta vez me apetece mucho que me digan que se han divertido, que lo han pasado mal pero se han divertido.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en mente?
¡Yo siempre tengo mil! Me gustaría hacer una Space Opera, tengo un proyecto muy ambicioso de novela que siempre retomo y vuelvo a abandonar y luego mis proyectos de cómic y de cuentos infantiles a los que quiero dar más espacio. Si me preguntas por dónde pienso empezar ahora mismo, no sabría decirte, supongo que irá surgiendo porque quiero hacerlo todo.


Cristina Monteoliva