jueves, 1 de enero de 2015

ESCRITORES QUE ESCRIBEN A MANO (III): Benjamín Recacha García

El segundo de los autores que se han prestado a colaborar con su testimonio y sus fotos personales es Benjamín Recacha García.  

©Benjamín Recacha García

Benjamín escribe desde niño. De hecho, recuerda que le encantaba crear historias bastante alocadas que leía en clase de lengua a sus compañeros, lo que resultaba muy divertido.
Hasta la fecha, solo ha publicado como la novela El viaje de Pau, aunque también tiene en cartera una novela gráfica, Memorias de Lázaro Hunter, un western que está ilustrando su hermano Fran; y está a punto de acabar una segunda novela, que espera publicar durante la primera mitad de 2015 (yo también espero que así sea).
El motivo principal por el que Benjamín prefiere el papel a la pantalla para sus primeros borradores es que de esta manera se siente más libre escribiendo. El ordenador es una fuente continua de distracciones, me cuenta: por mucho que se plantee aislarse, le resulta imposible. Primero, por el zumbido del ventilador de la torre, que se le clava en el cerebro. También le molesta el brillo de la pantalla. Total, me comenta, que está mucho más relajado escribiendo en papel, y confiesa que le encanta hacer tachones.

©Benjamín Recacha García

A Benjamín le valen todos los tipos de libreta a la hora de escribir, aunque por su último cumpleaños su pareja le regaló un flukebook hecho a mano, con páginas pautadas, que le ha encantado. De hecho, es donde ha escrito la mayor parte de la novela en que está trabajando, y creer que va a tener que pedirle otro a los Reyes. (Ojalá se porten bien y la traigan).
Benjamín escribe con bolígrafo. El Bic azul o negro de toda la vida le valen, me cuenta, puesto que no es nada elitista.
Nuestro autor procura escribir a diario porque es la mejor manera de adquirir el hábito, aunque sólo sea una hora. Benjamín cree que a muchos escritores (él se incluye) les pasa que tienden a agarrarse a la mínima excusa para hacer antes cualquier otra cosa, casi siempre de “vital” importancia. Procrastinar lo llaman, ¿no?, me dice.
Últimamente Benjamín escribe en la mesa del comedor, casi siempre con música, pero cuando hace buena temperatura sale a la terraza o se escapa a algún parque. La música entonces la ponen los pájaros. Rodeado de árboles es donde se siente más inspirado.
El escritor no recuerda haber escrito en sitios muy raros: el metro, el bus…Quizás lo más raro sea de pie, esperando al bus, o incluso andando por la calle. A veces las ideas no esperan y si no las apuntas acaban perdiéndose para siempre, afirma.
  
©Benjamín Recacha García

Le pregunto si puede contarnos algo sobre lo que está escribiendo en las libretas de las fotos que me ha facilitado y me contesta que por supuesto, que de hecho ya ha compartido algunos fragmentos en su blog y en su página de Facebook. Es una historia de superación personal. Un hombre que padece la peor tragedia que puede sucederle a un padre y que tras pasar varios meses en el hospital inicia un viaje en el que espera descubrir si le quedan motivos para seguir adelante con su vida. En el camino irá cruzándose con personas muy diversas, muchas con historias duras a sus espaldas, y se verá envuelto en un asunto bastante feo, con mafiosos y polis de por medio. La otra protagonista de la novela es una mujer a la que la vida también la lleva a iniciar un nuevo camino, en el que tiene un peso significativo el blog en el que escribe.
El punto de partida es muy duro, un comienzo de los que suelen resultar incómodos al lector, pero no es una novela trágica. De hecho, nuestro autor espera que acabe dejando buen sabor de boca. 
Muchas gracias, Benjamín, por participar en este espacio. Ojalá pronto acabes tu novela y viaje lejos, muy lejos, a todos los lectores del mundo.

Y tú que lees esto, si quieres saber más sobre Benjamín Recacha García, visita www.benjamínrecacha.com