miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA ÚLTIMA MUJER DE AUSTRALIA, de Francisco Villarrubia

Título: La última mujer de Australia
Autor: Francisco Villarrubia
Editorial: Almuzara
Págs: 509
Precio: 21,95 €

Pensábamos que la gripe aviar iba a causar estragos, y al final se quedó todo en agua de borrajas. Tal vez por eso vivamos ahora más confiados, pensando que cualquier otra alarma sanitaria que se declare será falsa. Pero, ¿y si llega de verdad el virus que acabe con la especie humana, o casi, en un país o continente? Para resolver ésta y otras preguntas, nada mejor que echarle un vistazo a “La última mujer de Australia”, la nueva novela de Francisco Villarrubia de la que a continuación os hablaré.
Veronica Southgate es la última mujer viva de Australia, o al menos, es lo que ella piensa. Durante el último año el virus misógino que convierte a los hombres en máquinas de matar mujeres ha asolado el continente oceánico y si no se extiende más allá es porque la ONU lo impide. Veronica, que ha vivido plácidamente escondida en su casa de campo, y disfrazada de hombre sordomudo, viaja hasta Sydney para ayudar a una amiga más que fugaz. Por desgracia, a raíz de este viaje, Veronica se verá obligada a huir continuamente, a veces sola, a veces acompañada, a lo largo y ancho de un continente de futuro incierto.
Escuché el otro día en la tele que los zombis están más de moda que nunca por culpa (o a causa) de la crisis. Es cierto que no corren buenos tiempos para la especie humana, en general, y es fácil prever que lo que espera no será tampoco demasiado bueno. Aunque si hay que ser pesimistas a par que algo más realistas, mejor imaginarse un futuro en el que los que se maten unos a otros sean los vivos. Así, “La última mujer de Australia” aúna dos grandes temores actuales: primero, la propagación de un virus de alta peligrosidad que convierte todo un país en un escenario en el que cuesta, y mucho, sobrevivir; y en segundo lugar, el de la propagación de un machismo irracional que hace que los hombres maten a las mujeres sin ningún tipo de contemplaciones. Una combinación ésta extremadamente pesimista, pensaréis; pero a la vez explosiva y atractiva dentro del mundo de la ficción, algo que sin duda da mucho juego a la hora de escribir una novela tan larga y completa como es ésta, una historia muy bien argumentada que se mueve a lo largo y ancho del continente oceánico a ritmo cinematográfico, siempre manteniendo la intriga.
La protagonista de la novela no es otra que Veronica Southgate, una mujer de carácter variable, a veces bastante agresivo, que debe buscar la manera de sobrevivir en un mundo donde los hombres viven por y para matar a las mujeres. Veronica es fuerte, pero no puede con todo, de ahí que se derrumbe más de una vez. Pero, ¿quién no lo haría en su situación?
Acompañan a Veronica en este libro, además de un buen número de despojos humanos enloquecidos, otros tantos secundarios tan bien perfilados psicológicamente, ya sea en sus rasgos fundamentales como en la evolución que sufren a lo largo de la obra, como ella. Éstos son: Alice, de aparición breve pero fundamental en la historia; Jordan, el hombre inmune que parece no alterarse por nada, hasta que las circunstancias le obligan a cambiar de actitud; Elwin, el chico infectado que, sin embargo, es incapaz de hacer daño a ninguna mujer por un trauma que arrastra desde la infancia; y Rex, un gay, también inmune, de lengua afilada pero corazón de oro.
“La última mujer de Australia”, en definitiva, es una emocionante novela de acción y aventuras ambientada en un futuro que no le depara nada bueno al ser humano, menos aun si eres mujer y vives en Australia. Sumérgete ahora entre sus páginas y conoce cómo se extendió la peligrosa enfermedad, la devastación que trajo después, así como las aventuras de Veronica y sus amigos por la supervivencia en un mundo hostil y cruel, pues estoy segura que, al igual que a mí, esta novela de más de quinientas páginas se te acabará haciendo corta. ¿O es que no te atreves a comprobarlo?
El futuro es algo incierto, y puede que no tan bueno como nos gustaría. O puede que sí. El caso es que si quieres pasar un presente la mar de entretenido entre las páginas de un libro que te mantenga enganchad@ hasta el final, creo sinceramente que no deberías dejar de echarle un vistazo a “La última mujer de Australia”.
Cristina Monteoliva